Pero por supuesto que sabe que no es tarea fácil. Él definió la tarea de ser madre o padre como la más difícil del mundo. Aunque algunos lo crean sencillo.
Osho relató entonces una breve historia sobre una madre. Resulta que una mujer fue al mercado a hacer las compras. Tomó un taxi para regresar, pero no fue un tranquilo paseo... el taxista estaba loco, manejaba en zigzag a toda velocidad esquivando personas y autos con riesgo de golpearlos. Un accidente era algo inminente.
La mujer no aguantaba sus nervios y le gritó al taxista: “Oiga loco, cálmese. Tengo doce hijos esperando por mí en casa. Si algo me ocurre, ¿quién los cuidará?”.
Y el taxista respondió: “¿Y usted me dice a mí que tenga cuidado?”
Es difícil de entender, pero claro a su vez. El mensaje del conductor es que ella tuvo doce hijos (o sea que no tuvo tanto cuidado) y pretende que él sea cuidadoso al manejar.
Osho explicó luego que dar a luz tantos hijos sí es fácil. Es un acto casi propio del reino animal, ellos lo hacen siempre así. Pero luego ser madre es lo realmente muy difícil. Y en cierta manera, ser padre es aún más difícil. Esto se explica porque la maternidad es más natural que la paternidad. Ser padre es un fenómeno más socio-cultural, porque el instinto de paternidad no es natural como el materno.